En algún momento, los propietarios de inmuebles de renta pueden encontrar razones para vender sus propiedades, ya sea por recibir una oferta atractiva o por querer diversificar sus inversiones. Aunque legalmente es posible vender una vivienda alquilada, es fundamental reconocer que tanto los propietarios como los inquilinos tienen derechos.

Afortunadamente, existen varias maneras legales de vender una propiedad rentada:

 

  1. Si el contrato de arrendamiento es a corto plazo. En caso de que el inquilino esté bajo un contrato de arrendamiento que se renueva mes a mes, se le puede solicitar que desocupe la propiedad notificándose con 30 o 60 días de antelación, dependiendo de la normativa del estado correspondiente. Se puede optar por esperar a que los inquilinos desocupen la propiedad o mostrarla a posibles compradores, notificando al inquilino con al menos 24 o 48 horas de anticipación sobre la visita programada.

 

  1. Si el contrato de arrendamiento es por un año. El inquilino tiene derecho a ocupar la vivienda hasta el vencimiento del contrato. En estos casos, solo se puede pedir al inquilino que desaloje si existe una cláusula de terminación anticipada en el contrato. Asimismo, siguiendo el procedimiento legal, se puede solicitar el desalojo si el inquilino ha violado alguna de las condiciones establecidas en el contrato.

 

  1. Vender la propiedad a un inversionista. Es posible vender la propiedad con un inquilino activo a un inversionista. Muchos de estos inversionistas buscan generar ingresos a través de propiedades para alquiler, y una propiedad ya alquilada puede ser un atractivo adicional.

 

  1. Ofrecer la venta al inquilino. Algunos propietarios prefieren ofrecer la propiedad directamente al inquilino antes de ponerla en el mercado. Si el inquilino no está interesado en comprar, se le debe notificar formalmente la fecha en la que se espera que desocupe la vivienda. Si el inquilino desea comprar la propiedad, algunos propietarios facilitan el proceso mediante arreglos financieros.

 

  1. Ofrecer incentivos al inquilino para desocupar la propiedad. Si el inquilino no desea abandonar la vivienda ni tiene interés en comprarla, se le puede ofrecer una compensación económica para que desocupe el inmueble, o cubrir los gastos de mudanza hacia otra vivienda